No puedo pedir más, sí algo disfruto al máximo, es ver a mis grupos favoritos en vivo. Y si a eso le sumas un viaje lleno de anécdotas y buena compañía, el combo se vuelve más interesante.
Tenía mucho tiempo esperando a ver a Kings of Leon, y este año al fin mi espera terminó, la banda anunció su presentación a principios del 2014. Lamentablemente, no visitaban mi ciudad, por supuesto que eso no fue impedimento, por eso, decidí lanzarme al D.F. para verlos y de paso, claro, pasearme por ahí.
Para mi suerte, como anteriormente les escribí, hace un mes, una de mis amigas se mudó a las grandes tierras Defectuosas (D.F.) entonces fue más que perfecto, aproveché la vuelta para visitarla.
Mi sábado fue totalmente de paseo. Caminamos y caminamos, visité lugares lindos y al fin conocí el famoso café Cielito Querido y quedé enamorada, sus espacios son bellos y el café ¡mmmm! Súper rico.
El gran día llegó, y viví un domingo lleno de muchas cosas, y entre contratiempos, lluvia y tumultos de gente, sí, al fin logré ver a Kings of Leon, además de otros muy buenos grupos, cabe mencionar. Honestamente para mi gusto, hubo una que otra canción que faltó que tocaran, pero fuera de ahí su actuación estuvo de aquellas.
Mi fin de semana en el D.F. definitivamente se resumió a botas de lluvia, amigos y Kings of Leon.
Caro.